¿Quieres que tu contenido conecte? Aprende a escribir.

Anner Serrano

2/26/20254 min read

Chicas, hay algo que casi nadie dice sobre el contenido…

En internet hablan de todo: ganchos visuales, estructuras, storytelling, cambios de cámara… pero casi nadie menciona lo que realmente da vida a tus ideas: la escritura.

No importa qué vendas, si sabes escribir bien, todo cambia. El storytelling (del real, no el de "cuenta tu historia y ya") y la escritura creativa son el puente que conecta tu contenido con tu audiencia.

Ok, pero… ¿por dónde empiezo?

Primero, necesitas claridad sobre la personalidad de tu marca. Sí, antes de escribir cualquier cosa, define qué quieres proyectar.

Esa personalidad dicta el tono de tus textos, los guiones de tus videos y hasta los captions de tus posts. Sin ella, tu comunicación será un copy-paste más del montón.

📌 ¿Es cálida y dulce?
📌 ¿Directa e irónica?
📌 ¿Sarcasmo y comedia a full?

Voz y tono de marca: la base de todo

La voz de tu marca es su personalidad escrita. Es cómo se comunica y cómo se presenta al mundo.

Si alguien lee un post sin ver tu nombre, ¿sabría que lo escribiste tú? Si la respuesta es no, toca trabajar en eso.

Ahora, el tono sí cambia. No es lo mismo responderle a un cliente molesto que escribir un post divertido.

Piénsalo así: eres la misma persona en todas partes, pero no hablas igual con tu mejor amiga que en una reunión importante.

La voz es tu esencia. El tono es el matiz.

Elige los mensajes clave de tu contenido

Crear un mensaje claro y estructurado es básico, basiquísimo, pero también complicadísimo. No se logra de la noche a la mañana.

Toma tiempo encontrar esos fragmentos de oro que harán que la gente te entienda, valore tu trabajo y te elija sin pensarlo dos veces.

Ya sea un email, un carrusel, un guion para un reel o una presentación, la misión siempre es la misma:

📌 Que tu mensaje se entienda.
📌 Que sea relevante.
📌 Que atrape la atención de tu audiencia.

La jerga innecesaria y la ambigüedad son el peor enemigo de una marca. Confunden, distraen y, peor aún, hacen que la gente desconecte. Y cuando eso pasa, adiós credibilidad.

La escritura es la base de todo

Si quieres que tu mensaje cale y convertirte en una creadora de contenido que conecta de verdad con su audiencia, necesitas aprender escritura creativa.

La creatividad no es más que la suma de ideas.

Cuanto más domines la escritura, más fácil será conectar esas ideas que parecen sueltas y darles estructura. Todo lo demás—cambios de cámara, efectos, edición—son extras.

Lo que hace que alguien se quede leyendo no es el formato. Es lo que dices y cómo lo dices.

¿Qué necesitas saber para crear contenido de calidad?

Estructuras narrativas

La forma en la que ordenas una historia puede hacer que tu contenido sea adictivo o completamente olvidable. Aquí te dejo algunas estructuras que puedes usar:

Narrativa lineal: cuentas la historia en el orden en que ocurrieron los hechos. Sencilla, fácil de seguir.

Estructura no secuencial: alteras el orden cronológico para hacer la historia más interesante (Ejemplo: “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”).

Estructura en bucle: una escena se repite con pequeñas variaciones (como en “Al filo del mañana”).

Múltiples puntos de vista: muestras un mismo evento desde la perspectiva de varios personajes (Ejemplo: “21 gramos”).

Historias paralelas: dos historias que parecen separadas pero terminan conectadas (cuando en una película muestran dos personas hablando por teléfono y luego se encuentran).

Tiempos narrativos

Los tiempos en los que cuentas la historia cambian la forma en que impacta a tu audiencia. Aquí te dejo algunos que puedes aplicar:

Flashback: la historia avanza, pero de vez en cuando muestra el pasado para que entendamos el presente (Ejemplo: "Titanic”).

Flashforward: adelantas escenas del futuro para generar intriga (Ejemplo: en “The Flash” sabemos que desaparecerá, pero no sabemos cómo).

In media res: la historia empieza en medio de la acción y después te explica cómo se llegó ahí (Ejemplo: “Breaking Bad” comienza con un accidente y luego nos lleva al origen).

Trastocar el tiempo: saltos sin un orden aparente, como en “DARK” .🌀

Racconto: siempre volvemos al mismo momento del pasado para entenderlo mejor (Ejemplo: “Diario de una pasión” o “titanic”).

Flujo de conciencia: los pensamientos del personaje fluyen sin filtros, como si estuvieras dentro de su cabeza.

Monólogo interior: cuando el personaje expresa sus pensamientos directamente.

Siempre que cuentes una historia, recuerda esto: tú no eres la protagonista, tu cliente lo es.

Tú (o tu producto) eres el guía que lo ayuda a solucionar su problema.

Entonces… ¿cómo contar tu historia sin que gire solo en torno a ti?

Aquí entran los Espejos narrativos.

Esta técnica hace que tu historia refleje la experiencia, pensamientos y emociones del lector. Lo ayuda a verse a sí mismo en lo que cuentas y activa la sensación de "esto me ha pasado a mí".

¿Cómo aplicarlo?

✅ Describe la emoción o el problema que vive tu audiencia.
En vez de decir “yo tenía miedo de publicar”, di:
"Seguro te ha pasado que publicas algo y nadie interactúa. Empiezas a dudar de ti misma y piensas… ¿debería seguir intentándolo?"

✅ Muestra tu historia como un reflejo de la suya.
"Sé cómo se siente. A mí también me pasó. Pensé lo mismo que tú."

Cuando el lector se ve reflejado en tu historia, se siente entendido y conectado contigo.

Dale emoción a tu contenido con interjecciones

Las interjecciones añaden emoción y espontaneidad. Son esas palabras que decimos sin pensar cuando reaccionamos a algo. Úsalas para hacer que tu contenido se sienta más natural.

📌 Ejemplos:

✔ ¡woooao! - Expresa sorpresa o admiración.
✔ ¡Uf! - Alivio o cansancio.
✔ ¡Ay! - Dolor o lamento.
✔ ¡Vaya! - Sorpresa o decepción.

Haz que tu contenido sea más sensorial

Las palabras correctas pueden hacer que la gente sienta, huela, escuche o saboree lo que describes. Usa palabras sensoriales para darle vida a tu contenido.

Palabras visuales: Deslumbrante, brillante, apretado, sombrío, sonriente, turbio, pulido, salvaje, animado, voluminoso, delicado, frágil, herboso, débil, arrugado, radiante, colorido, borroso.


Palabras táctiles: Áspero, suave, rugoso, pegajoso, frío, tibio, esponjoso, seco, húmedo, sedoso, espinoso, rígido, quebradizo.

Palabras auditivas: Susurro, crujido, zumbido, estruendo, silencioso, eco, resonante, chillón, grave, agudo, murmullo.


Palabras de sabor: Dulce, amargo, ácido, salado, picante, agridulce, insípido, terroso, agrio, refrescante, empalagoso, jugoso, cremoso.

Palabras de olor: Floral, cítrico, apestoso, enmohecido, rancio, ahumado, dulzón, mentolado, penetrante, fermentado, especiado.


Palabras de movimiento: Ágil, torpe, veloz, ondulante, impetuoso, tambaleante, enérgico, saltarín, sigiloso, flotante.

Cuando describes con palabras que activan los sentidos, tu contenido se siente más real y cercano.

Ya tienes las herramientas. Ahora, haz que tu contenido tenga más profundidad, emoción y conexión. No basta con saberlo, ¡hay que aplicarlo!

✅ Usa historias que reflejen a tu audiencia.
✅ Añade emoción con interjecciones y contracciones.
✅ Activa los sentidos con palabras sensoriales.

La buena escritura no se trata de sonar inteligente, se trata de hacer sentir.